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  Peces de Costa Rica
 

Peces de Costa Rica

Costa Rica abarca tres de las cuatro provincias ícticas centroamericanas y por lo tanto, presenta una diversidad ictiológica apreciable.

 

En el país se han encontrado alrededor de 135 especies de peces que habitan las aguas dulces a una distancia considerable del mar. Esta cifra abarca especies que residen en los ríos o lagos y que raras veces se encuentran en las desembocaduras de ríos en aguas afectadas por las mareas; además de especies marinas que suben decenas de kilómetros desde la desembocadura de los ríos, aunque no residan permanentemente en aguas dulces.

 

Actualmente se consideran 19 especies como endémicas del país, aunque es probable que al menos seis de ellas se encuentren en países adyacentes

 

Las especies endémicas del país son las siguientes:

 

Archocentrus Myrnae

Archocentrus Sajica

Astatheros Bussingi

Astatheros Diquis

Brachyrhaphis olomina

Brachyrhaphis Rhabdophora

Bryconamericus Terrabensis

Bobiesox Potamius

Hyphessobrycon Savagei

Nannorhamdia Lineata

Phallichthys Quadripunctatus

Piabucina Boruca

Poeciliopsis Paucimaculata

Priapichthys Annectens

Pseudocheirodon Terrabae

Pterobrycon Myrnae

Rivulus Fuscolineatus

Rivulus Glaucus

Roeboides Ilseae

 

Más de 350 especies de peces dulceacuícolas habitan Mesoamérica, área continental comprendida entre el istmo de Tehuantepec en el sureste de México y la frontera de Colombia. La zona es especialmente rica en especies de pecílidos y cíclidos, mientras los carácidos y silurifores, tan abundantes en Sudamérica, son numerosos solamente en la región panameña donde llegaron recientemente. Solo cuatro familias de peces norteamericanos han alcanzado la región y de estas, solamente el Gaspar (Atractosteus) ha penetrado el sur de Guatemala.

 

Se puede dividir la región mesoamericana en cuatro provincias ícticas, cada una de las cuales caracterizada por grupos de especies con distribuciones geográficas similares. El endemismo de las especies y géneros también es típico de cada provincia. De norte a sur, en la Vertiente Atlántica están las provincias Usumacinta, San Juan e Istmica y en el lado Pacífico, la de Chiapas-Nicaragua y parte de la Istmica. Costa Rica contiene representantes de todas las provincias ícticas menos la de Usumacinta y por lo tanto, se determinan tres ictiofaunas distintas en el país: la de la Vertiente Atlántica (San Juan), la del Pacífico Norte (Chiapas-Nicaragua) y la del Pacífico Sur (Istmica).

 

Distribución de las provincias ícticas en la región Mesoamericana

 

 

El estudio de los patrones de distribución actual de los peces dulceacuícolas de la región centroamericana revela tres conjuntos de peces de distintos orígenes: 1) el Elemento Meridional Antiguo, que se extiende desde Centroamérica hasta el sur de los Estados Unidos; 2) el Elemento Meridional Nuevo, básicamente una extensión de especies sudamericanas en Centroamérica, cuyo límite norte es la zona sureste de Costa Rica y 3) el Elemento Septentrional, una penetración de pocas especies de peces de zonas templadas del Norte en Centroamérica, no más al sur que al norte de Costa Rica. El Elemento Meridional Antiguo representa especies descendientes de la primera invasión de peces sudamericanos cerca del inicio del Terciario. La segunda invasión representada por el Elemento Meridional Nuevo comenzó después de un largo período de aislamiento durante el Terciario y todavía continúa hoy día. El Elemento Septentrional contiene los descendientes de linajes norteamericanos que, en parte, tuvieron una historia parecida a loa de los del Meridional Antiguo.

 

El proceso dispersante, principalmente de sur a norte, dio origen a la ictiofauna centroamericana. Aparentemente, la dispersión de la mayoría de estos peces dulceacuícolas ha sido un proceso muy lento debido a su poca habilidad de atravesar la tierra y las aguas saladas. Existe evidencia también de que la tasa de cambio evolucionario en los peces centroamericanos ha sido lenta. Mientras los cíclidos de los lagos africanos tuvieron una radiación adaptativa entre dos y seis millones de años, las mojarras centroamericanas no se diversificaron mucho en cincuenta millones de años. Otros peces del Elemento Meridional Antiguo, como los pimelódidos, rivúlidos y algunos carácidos, también tuvieron una evolución muy conservadora, lo cual mantiene en forma generalizada los morfotipos y sus ecologías.

 

Costa Rica es un país de alta precipitación y de numerosos ríos; los que van hacia el norte y hacia el Valle del Tempisque son largos y con poca gradiente, mientras que en la Vertiente pacífica, por ser angosta, los ríos caen abruptamente a la costa. Los ríos Tárcoles, General, Reventazón y Arenal corren a través de valles de cierta altura antes de caer a las llanuras costeras. Los peces de estos valles están semiaislados de las poblaciones que habitan cerca de las costas y muchos demuestran diferencias intraespecíficas marcadas.

 

La mayor parte de nuestros ríos nacen y aumentan su caudal por filtración a lo largo de su cauce. Otros brotan de la tierra y a veces forman pequeños charcos con aguas ácidas, muy ricas en bióxido de carbono y ocasionalmente con aguas termales.

 

Costa Rica posee algunos lagos pequeños. El mayor cuerpo de agua es la laguna de Arenal, producto de una represa hidroeléctica que ocupa la cuenca de un antiguo lago natural que estaba en las últimas etapas de sucesión. Hay algunos lagos y charcos de poca profundidad en el norte como el lago Caño Negro y otros en el Valle de Tempisque. Existen unos lagos pequeños, de cierta profundidad, como laguna Hule, Congo y Río Cuarto al norte del Volcán Congo. En la península de Osa se encuentran los lagos Corcovado y Chocuaco. Todos estos lagos tienen afluentes y sostienen una ictiofauna parecida a la de los ríos adyacentes.

 

La calidad química de las aguas del país raras veces parece ser un factor importante en la distribución de los peces. Por lo general el pH de los ríos varía entre 6,5 y 7,4 y la dureza total de 25 a 70 mg/l,  Los lagos suelen ser más alcalinos, con pH entre 7,0 y 8,0 y dureza total entre 20 y 150 mg/l. Se han registrado charcos de altura con pH 5,6 y manantiales con pH 6,0, de donde se ha confirmado la presencia de peces.
 

 

Principales cuentas hidrográficas de Costa Rica

 

 

Vertiente Atlántica

LN = Lago de Nicaragua, RF = Río Frío, SJ = Río San Juan, SC = Río San Carlos, SA = Río Sarapiquí, TO = Río Tortuguero, PA = Río Parismina, MA = Río Matina, SI = Río Sixaola.

 

Vertiente Pacífica

NI = Ríos de la Península de Nicoya, TM = Río Tempisque, BE = Río Bebedero, BA= Río Barranca, TA = Río Tárcoles, PI = Río Pirris, TE = Río Térraba, CO = Río Coto
 

Los parámetros ambientales que más influyen en la distribución ecológica de los peces dulceacuícolas de Costa Rica son: la velocidad de corriente, la temperatura, el tipo de fondo y el tamaño del río. Obviamente, todas estas variables están relacionadas con la altura de la localización del río y su pendiente, y por lo tanto siempre existe una estratificación tipo altitudinal-longitudinal a lo largo de cada río. En las alturas se encuentran ciertas especies pequeñas adaptadas a quebradas de aguas de menos de 20° C, mientras la mayoría de las especies están restringidas a ríos de mayor tamaño, de menos corriente y temperaturas de más de 25° C.

 

Claro está que en cada segmento de un río existen también muchos microhábitat que permiten una repartición de las diversas especies. Dentro de cada hábitat, cada especie se destaca por su alimentación específica. También cada especie se reproduce en determinadas épocas del año y aún más algunas se desplazan a otros sectores del río o a las desembocaduras para su desove.

 

Unas divisiones de hábitat muy evidentes son las de profundidad: en la superficie (aterínidos, algunos poecílidos y Oxyzygonectes), media agua (muchos carácidos y pecílidos), fondo (cíclidos, eleótridos, gobios, pimelódidos y paralíctidos). Otras especies son de agua con corriente (Sicydium, Joturus, Agonostomus, Gobiesox, Hypostomus y juveniles de Theraps underwoodi), mientras otras solo habitan remansos y otras aguas estancadas (Rivulus, Phallichthys, Herotilapia y Parachromis Loisellei). Los signátidos del género Pseudophallus casi siempre se encuentran entre la vegetación acuática o zacates en las orillas.

 

Los peces utilizan una variedad de estrategias reproductoras desde el desove dispersado al azar hasta la viviparidad. Los peces coracoides (Characidae y otras familias) se aparean dejando los huevecillos caer al fondo o entre la vegetación sin proveer ningún cuidado por parte de los padres. Otros como los cíclidos y los loricáridos generalmente ponen huevos adhesivos en piedras o troncos sumergidos y uno o los dos padres protegen los huevos y posteriormente las crías. El pez sierra (Pristis), presenta un desarrollo embrionario ovovivíparo, por lo cual la madre retiene los huevecillos en su oviducto donde permanecen hasta nacer. Otro grupo a veces considerado ovovivíparo, son los singnátidos, donde la hembra deposita los jebecillos en una bolsa incubadora del macho. Todos los poecílidos y también el tiburón (Carcharhinus leucas), son vivíparos y las crías nacen como pequeños adultos listos para defenderse. Todavía no se ha analizado sistemáticamente las épocas de reproducción de cada especie, pero se puede decir que algunas especies de Poecilidae y Cichlidae se reproducen durante casi todo el año. En toros cíclidos y algunos carácidos, la reproducción se detiene en ciertas épocas del año. Estas épocas de mayor o menor reproducción pueden corresponder a la estación seca o lluviosa. Algunos carácidos desovan durante las crecidas de los ríos, mientras que algunos cíclidos durante la época seca.

 

Como en cualquier ictiofauna encontramos peces carnívoros, herbívoros y omnívoros. Muchos carácidos, pimelódidos, poecílidos y crías de todos los grupos se alimentan de insectos (acuáticos o terrestres según su hábitat). Un carecido (Bramocharax), el poecílido Belonesox y los reconocidos guapotes (Parachromis spp) son piscívoros. Las formas de distribución principalmente marinas (Centropomus, Lutjanus, Pomadasys) y los eleótridos también comen peces y crustáceos. Las especies de Romboides se alimentan de escamas de otros peces y de insectos acuáticos. Muchos cíclidos son omnívoros, comen insectos, semillas y detrito orgánico. La vieja (Theraps Underwoodi), consume tanto el fruto como las hojas de chilamate. Varias especies de poecílidos, un carecido (Carlana) y un cíclido (Herotilapia), se alimentan principalmente de algas. La machaca (Brycon) come frutos como el chilamate en los ríos, pero en la laguna de Arenal es principalmente un carnívoro.

Información extraída del libro "Peces de las aguas continentales de Costa Rica" del Dr. William A. Bussing

 

 
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